domingo, 8 de noviembre de 2015

Tratamiento

Úlceras por presión en personas mayores


El tratamiento de las úlceras por presión



  valoración integral del paciente:

 ·                                Estado general

·                                Nutrición
·                                Enfermedades recurrentes
·                                Complicaciones
·                               limitaciones físicas, psíquicas y cognitivas, 
·                               Tratamientos farmacológicos
·                                No farmacológicos, 
·                               Entorno social -familiar 
·                               En el caso de las lesiones por presión se van a necesitar especialmente  colaboración de familiares  en la prevención y tratamiento de las úlceras.


 Asegurar un correcto aporte de nutrientes especiales :


  • Proteínas
  •  Hierro
  • Vitaminas
  •  Calorías
Se trata  de crear tejidos nuevos
 Es importante el control del dolor, tanto el propio de la lesión, Y cualquier otro que aparezca y que pueda limitar la movilidad del paciente.

Respecto el tratamiento específico de la lesión ulcerosa es individualizado.
 Según el grado de profundidad, cantidad de exudado, presencia o no de infección y localización.

 El tratamiento será, en términos generales el siguiente:


Grado I : Sólo requiere del manejo e intensificación de las medidas preventivas: cambios posturales, almohadillado de protección, aplicación frecuente de aceites con ácidos grasos hiperoxigenados.

Grado II : Al manejo preventivo se debe añadir la higiene de la zona lesionada, habitualmente con suero fisiológico (empleando la mínima presión eficaz), así como la aspiración de la ampolla y eliminación de su techo. El uso de apósitos hidrocoloides ayuda a controlar la cantidad de exudado en el lecho de la herida (ni mucho ni poco), colabora con la limpieza de la lesión y mejoran la velocidad de cicatrización; son bien conocidos por el personal sanitario.


Grado III y IV : Limpieza: Se debe hacer con suero fisiológico, evitando el arrastre mecánico para no lesionar el tejido nuevo. Sólo secar la zona adyacente a los márgenes de la herida.


Protección de la infección y su tratamiento
 Toda úlcera se considera contaminada por las bacterias colonizadoras habituales de la piel a las 6 horas de producirse, por lo que intentar que una úlcera esté estéril es tarea cuanto menos imposible.

Se recomienda :control por cultivos cuando la lesión presente signos de infección (enrojecimiento más allá del borde, con edema, mal olor, aumento del dolor y/o retraso de la curación, así como si se dan signos generales como fiebre). Según el resultado de los cultivos se aplicará un tratamiento antibiótico específico, de preferencia sistémico.
 Uso de antibióticos tópicos o los apósitos con plata pueden ayudar a controlar la carga bacteriana y el mal olor (que también puede tratarse con apósitos que contengan carbón activado).
Se prohíbe  de forma sistemática el uso de antisépticos tópicos (povidona yodada, agua oxigenada, clorhexidina, etc.) por su efecto tóxico sobre el tejido nuevo.


Eliminación del tejido desvitalizado : 

Para ayudar a que las úlceras cicatricen es imprescindible eliminar el tejido muerto, existiendo para ello dos sistemas, ya sea por métodos químicos, mediante el uso de pomadas con enzimas proteolíticos, o por medios quirúrgicos, empleando el bisturí y las pinzas (siempre por personal entrenado). El primer sistema es más lento, pero menos traumático. También existen apósitos que favorecen un desbridamiento autolítico, por cura en ambiente húmedo; es el método más selectivo pero también el más lento.




Formación de tejido nuevo cicatrización:
 Para ello se utilizan diferentes tipos de apósitos, que controlen que la cantidad de exudado sea la justa para la curación en ambiente húmedo (hidrogeles, hidrofibras, alginatos, con carbón activado o plata, etcétera).


La frecuencia de las curas dependerá de la presencia o no de infección (en cuyo caso se acostumbran a hacer a diario), de la cantidad de tejido a desbridar y de las técnicas utilizadas para ello y del tipo de apósitos empleados. La frecuencia de las curas va desde cada 48h a incluso cada 7 días como máximo.
Grado I : tardan entre unos días a una semana en curar

Grado II : cicatrizan en un período entre cinco días a tres meses

Grado III : De uno a seis meses 

 Grado IV  suelen tardar de seis meses a un año, pudiendo suceder que no lleguen a cicatrizar nunca totalmente.

El tratamiento de las úlceras por presión, a pesar de la impresión que se ha podido dar en estas líneas, no es en absoluto fácil ni unívoco. Son tantos los factores implicados que solamente personal sanitario entrenado en la valoración y tratamiento de las úlceras por presión y conocedor de las últimas técnicas y guías de practica clínica es el más capacitado para decidir la terapéutica adecuada en cada caso.

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